viernes, diciembre 16, 2005

Esos regalos de Reyes

Muchos de vosotros estaréis estos días pensando en qué váis a regalar a los familiares, amigos, y parejas por los Reyes (o en su caso, Papá Noél, que no es mi caso porque no sigo esa tradición). Pero no voy a hablar de todos los regalos que uno puede recibir, sino en esos regalos "de toda la vida", digamos que son aquellos que todos hemos recibido alguna vez, cuando éramos niños y después cuando crecimos.

Todos habéis recibido, al menos, cuatro cosas de las enumeradas en la siguiente lista:

- Colonias: Ese eterno regalo. Pero más en concreto, las colonias baratas que en algunas ocasiones olían muy bien y en otras ocasiones, no. Muchas veces aparecía tu tía con una colonia que ni siquiera sabías que existía, con un nombre que te suena a chino (si os fijáis, hay muchas que aparecieron un par de años y luego dejaron de fabricarlas). Alguna vez habéis recibido un "Azur de Puig" o "Chanson d`eau". Y la mayoría de las veces no era la colonia sola, era un pack especial Reyes (que llevaba un lazo dibujado en una esquina o copos de nieve) con desodorante y/o body milk o after save. No hay que dejar pasar por alto las colonias como "Crossmen" o "Brummel", que basta ya de ser regaladas... (hasta en la sopa). De "Jacks" tendría que hacer un post en exclusiva, y de "Varon Dandy" ya ni os cuento (que mira que huele mal la jod*a). Si eras pequeño, entonces te regalaban "Chispas" o alguna con dibujos de Walt Disney.

- Ropa interior y pijamas: Abuela, que te quiero.
Cierto es que de pequeño no te molaba nada que te cayeran por Reyes, pero ahí estaban, año tras año. Un pack de bragas y camiseta o un pijama apañao que la abuela compraba en la mercería del pueblo o del barrio. A mí me parece muy tierno, porque las abuelas van a lo práctico, y te lo regalaban con mucho cariño. Si tenías suerte, eran bonicos, si no, pues a esperar al año siguiente. Otras veces, este regalo iba a acompañado de otro detalle o de una bolsa de golosinas.

- Batas: Abuela, te sigo queriendo.
En la línea de lo anterior, la filosofía de regalo práctico volvía a reaparecer y alguna vez os cayó alguna bata. En el caso de las chicas, era de colores claros (azul celeste, rosa claro, verde...) con cuello y botones y en el caso de los chicos era azul marino, granate o de cuadros, con cinturón.

- Chandals: Esas tías.
Aunque las tías también te podían sorprender con los anteriores regalos, eran más "deportivas". Todos tuvimos de pequeños nuestros chandals de esos de sudadera de varios colores. A veces era un chandal que llevaba un numero en la sudadera en grande y el mismo número, en pequeño, en el pantalón. Era difícil que te cayera de marca, la verdad, pero lo mismo daba porque uso le ibas a dar igualmente los fines de semana jugando con los amigos todo el día en la calle. Si se te extropeaba por algún sitio, no había siete que se resistiera con un buen parche. A mí creo que me regalaron chandals en tres ocasiones, y una de ellas fue de color rosa, como no. Más tarde se pusieron de moda los chandals esos de tela fina, de colores chillones, de hecho la temporada en que eso sucedió se veían mucho y es que se vendieron como churros.

- Cajas enormes de lapiceros, acuarelas y rotuladores de esos mágicos que cambiaban de color cuando se les pasaba el rotulador blanco por encima (que también los regalaban con los yogures, ja ja). A la vuelta de las vacaciones, estábamos ansiosos de pintar en el colegio, y los "dictados", "deberes" y demás venían con muchas combinaciones cromáticas.

- Libros y cuentos: ¿Qué me decís del libro gordo que llevaba un cuento para cada día o similares? ¿Y los libros del "Barco de Vapor".

- Conjuntos de bufandas y guantes: regalo socorrido donde los haya. A veces, también llevaba bufanda.
- Mochilas para el colegio: fijo que caía una, era inevitable. Por suerte, no recibí ninguna de esas de marca "Diseño" de Pryca, ni ninguna de tela vaquera, je je je...

- Jerseis: otro regalo digno de los tíos, o de tus padres, cuando ya eras mayor y te habías encaprichado en tener ropa.

- Juegos de mesa de toda la vida: Aún conservo un tablero de parchis/ajedrez grande que me regalaron, que era chulísimo. Y también tenía cariño a un dominó de madera, con el que jugaba horas y horas (colocar y tirar, colocar y tirar).

- Juguetes: no es cuestión de enumerar, porque eso es para un post sólo dedicado a ellos, pero patines, balones, barbies, scaletrix, nenucos y playmobil era frecuentes. ¿Cuantos niños de mi generación pedían balones de reglamento y una canasta de baloncesto para colgar en la pared?

- Sortijas, anillos y pendientes: sólo si tenías suerte, y los Reyes se estiraban.


Bueno, sé que hay más regalos y que la lista podría ser más larga, pero ésta es la que he hecho yo en relación a lo que he visto. Podéis contribuir comentando cuales fueron vuestros regalos, y si hubo alguno que os dejo huella o fueron raros. Yo una vez recibí un paraguas, sí, un paraguas, rosa de lunares blancos tan grande que servía de sombrilla, y lo tuve un montón de años, era bueno...

P.D. ¿Y qué me decís del envoltorio, de los papeles de regalo? Muchas veces por el papel en cuestión te imaginabas donde se podía haber comprado, en qué tienda y presagiabas lo peor, je je.

P.D.2. Los pañuelos. Las cajas de pañuelos de tela, cómo lo he olvidado!!!! también debéis incluirla en la lista.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Yo descubrí que los Reyes eran los padres muy chiquita, siempre he sido muy avispada y eso de ver regalos detras del armario de mis padres y que por arte de magia aparecieran al lado de los zapatos la mañana siguiente como que no me cuadraba mucho, ademas a mis padres nunca les gustó la leche con galletas, jajajajaja.

Besos, me alegra que te guste mi blog, nos leemos.

Meg dijo...

En mi casa este año hay bata de regalo, pero para la abuela, jeje. Además, con la edad que tiene, dice que no está para comprar regalos a nadie, que somos muchos nietos y que, como ahora tiene un bisnieto, pues que no aguantemos los demás, que el regalo se lo lleva él.

En casa mis padres nos dan el aguinaldo desde hace tiempo el día de Nochebuena, que es cuando estamos todos (o sea, los 9 que nos reunimos: papá, mamá, Irene, Alfonso, los titos Lucía y Sebastián, la tita Carmen, la abuela Roja y yo). Después de la cena hay intercambio de regalos y apreciamos el gusto por las colonias del mercadona de mi tía Lucía o lo espléndida que se ha vuelto mi tía Carmen con el euro (todavía piensa 50 euro=5000 ptas).
Este año lo difícil será regalarle a papá y a mamá, no tenemos ni idea.