Destape (de brazos)

Como comentaba hace unos días, que el buen tiempo ha llegado de repente, sin avisar y es que esta mañana he salido de casa a mangas de camisa y casi que me estorbaba, mirad lo que os digo. Y ya os podéis imaginar a eso de las 14:45, que es cuando iba de camino hacia mi casa, con todo el solanero cayendo... no me quiero imaginar este verano si la cosa sigue así porque ya alcanzamos los 30º sin problema.

Bueno, pues como el calor ya podía conmigo, me he quitado la camisa y me he quedado en camiseta de tirantes (anchos), que llevaba debajo. Pues he podido observar que el simple hecho de que una vaya por la calle en camiseta provoca que irremediablemente determinadas personas te miren. Reconozco que yo soy muy observadora, a veces me quedo mirando a una persona porque me gusta la ropa que lleva, porque me gusta algún gesto suyo, me recuerda a alguien... y sé que la gente también mira a los demás. Y yo creo que el hecho de despojarse de la ropa de invierno supone un auténtico acontecimiento, sobre todo si eres mujer (ya no me quiero imaginar si encima eres 90-60-90, eres super guapa, labios carnosos, mini falda y andas firme y segura). Recuerdo a un compañero de clase que me decía que le encantaba el buen tiempo, porque las mujeres nos poníamos camisetas de tirantes y sobre todo, porque le "ponían" los vestidos de florecitas cortos y sueltos (quizá, con la esperanza de que con una ráfaga de viento, pudiera observar el vestuario interior de la moza).

Bueno, pues a lo que iba. No sé si es que tengo monos en la cara o qué, pero hoy me miraban, y no lo digo en el sentido de que un tío me lance un piropo, sino por la novedad de no llevar la ropa de invierno.Me cruzo con dos chicos que no me miran y uno le dice al otro en voz alta: "Ésa seguro que es abogada, tiene toda la pinta" (lo repite dos veces en voz alta para que yo lo oiga, me de la vuelta y le mire, porque lo de menos es lo que diga, sino que lo dice para que yo me de cuenta de que me ha mirado). Más adelante, al pasar por un edificio que está en obras, un obrero ha salido y se queda parado ahí mirando, haciéndole un pssschhtt al compañero. Y así, una mujer que también se me ha quedado mirando. Y ya os lo digo yo, es la novedad, porque esta tarde ya iba de manga larga y ya no me miraban. Otro día os cuento que cuando voy más arreglada y recibo algún piropo, el 99,99% de las veces es "¡Morena!", que te dan ganas de decir: "¡Así me gusta, que te fijes!". Vale, no es nada original pero se agradece.

Pa qué os voy a contar, hablando del tema "calor", que el sábado estuve en una comida en el campo y nos pusimos todos a la sombra... y venga una cerveza, y venga otra... La anécdota del día vino de la mano de Tabacalera Española, que quiso tirar los precios y en una máquina de un bar expedían paquetes de Fortuna a 5 centimos, como lo oyes, Mari.

En fin, que se acabó la jornada por hoy y me voy a casita, otro día más.