Bueno, a este 2007 le quedan las horas contadas y como hace ya bastante tiempo, pienso que los días cada vez pasan más rápidos y echando la vista atrás me parece que fue ayer cuando le dábamos la entrada al año 2000, y sin darme cuenta los años pasan volando.
Hace unos años un grupo de amigos (algunos de nosotros no nos conocíamos) estuvimos una semana en una casa rural muy chula, en un sitio bastante apartado de la civilización, y en la que pasamos unos días inolvidables. Esas partidas de Scrable o de Trivial hasta las 5 de la mañana, comiendo, bebiendo y sin parar de reir (como la canción), y por un precio bastante económico. Este año lo hemos vuelto a repetir. No ha podido ser en una casa rural en sentido estricto, y tampoco tiene el encanto de la otra (que hasta tenía un horno moruno dentro de la cocina), pero no está nada nada mal. Una casa grande, con una parcela mucho más grande, con huerto de naranjos, piscina, barbacoa, chimenea, vamos, que está muy bien. Nos fuimos el viernes por la tarde y está alquilada hasta el martes al mediodía. Yo acabo de volver a casa hace un rato porque mañana por la mañana trabajo, pero regreso. Los días han consistido (y lo que queda) en comer, beber, jugar, reir, disfrutar del sol todo lo que se pueda y del calorcito de la chimenea mientras que hablamos de mil cosas. Vamos, igual que la otra vez, pero más viejos. La noche del viernes, y después de no sé cuantos cubatas por cabeza, se acabó a las seis de la mañana después de una partida interminable de Trivial y otras cuantas de póker. Ayer tocó Sing Star en varios estilos, el Buzz versión normal y versión Hollywood (un juego de esos de pulsador, que simula un concurso de televisión), barbacoa y timba de poker hasta las 4:30 de la mañana (a dinero y jugando con fichas de esas de colores, sólo nos faltaba el tapete verde). Y hoy un pedazo de desayuno interminable al sol, comida y por mi parte regresar a casa, que no sé cómo acabarán esta noche y si se van a reservar para fin de año. Mañana organizar menú y cocinar para 11, pero nada de salir ni de vestidos de fiesta, más bien chándal, vaqueros y forros polares, un glamour de andar por casa.
El año pasado salimos de bares como un sábado cualquiera y el año que viene, sólo deseo poder celebrarlo de la forma que sea, lo importante será estar aquí.
Que paséis una feliz nochevieja y que el 2008 os traiga todo lo que queráis (bueno, todo todo no se puede...).
Hasta el año que viene!
2 comentarios:
Maricarmen, magnifico plan el suyo. Espero que yo haya disfrutado enormemente.
Muchos besos y feliz año, salá!
Seguro que lo habéis pasado genial, esos planes son los mejores, yo tuve un año así en mi casa de la playa. El siguiente, por repetir en el mismo sitio, nos salió fatal, fatal, fatal.
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