Amarillo del sol que me espera este fin de semana, de perder la vista en el infinito para ver atardecer o anochecer, de que las velas se consuman mientras pasan las horas, de descansar en definitiva después de una semana brutal, de ir recogiendo por fin las cosas que han llevado su tiempo, un círculo que se cierra justamente un año después (otra vez las casualidades), un lugar en el que también el amarillo tiene su importancia, un lugar que dará muchas satisfacciones (espero). De sol, de playa, de música, de moñetes y de, quién sabe, toallas rojas.
Qué canción más bonita, lleva por mi cabeza un par de semanas...
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