Hace ya años que la frase "se pasan las semanas volando" se ha convertido en algo que habitualmente se escucha en boca de casi todos mis amigos y conocidos. Cierto que los lunes y martes se hacen un poco eternos, el trabajo cuesta mucho, pero te plantas en miércoles sin casi darte cuenta. Sigo con mucho trabajo, pero bastante cómoda gracias a lo poco frecuente de tener un buenísimo compañero de departamento y sintiendo que casi nunca tenemos al jefe y que por decirlo que alguna forma nosotros somos nuestros propios jefes. Cuando acabas de trabajar, lo bueno es que los días ya han alargdo muchísimo y llegar a casa en plena luz no tiene comparación con lo triste del invierno. Ahora he vuelto a retomar un poco de ejercicio físico que buena falta me hace, sober todo cuando trabajas todo el dia sentada. Así que, durante 3 días entresemana no llego a casa antes de las 9:15 de la noche, desde las 8:30 de la mañana en que salgo. Y así se pasan los 5 días laboralesy cuando llega el finde, es inevitable e imprescindible hacer planes, sean del tipo que sean. Plan quedarte en casa sin hacer nada, plan de pareja, plan de ver pelis, de salir de fiesta, de comer con los amigos, plan familiar, de salir fuera...
El pasado fue Granada. Hacía muchos años que no estaba, y había muchos lugares que había olvidado. Visita obligada a la Alhambra (y ya van 4), y visita obligada al Albayzin mientras disfrutas de la anteriormente mencionada mientras te bebes unas cuantas cervecitas frias del mismo nombre, como no podìa ser de otra forma. Y tapear, y pasear, y gastar la cámara, y darte cuenta que los turistas nunca dejan de pasar por aquí en ninguna época del año. He aquí una muestra del reportaje obtenido.
Y después de estar en un sitio así, te queda un bonito recuerdo y un buen sabor de boca que perdura toda la semana hasta que de nuevo es viernes. Y vas a una entrega de premios a pasar un buen rato con los amigos y disfrutas de las actuaciones, que fueron "trozos" de musicales, y entonces se plantea la idea de volver a ir a Madrid a ver otra vez "Hoy no me puedo levantar". Y después me eché unos bailes con Fu-fú Pom-pon y llegas a casa muerta de sueño. Y sábado fiesta de cumpleaños sorpresa de un amigo, porque no se cumplen 30 todos los días (y él haciendo la lista de recetas para invitarnos esa noche a cenar a su casa, sin sospechar nada), y más de 12 horas de festejo. Lo mejor fue el relato de su señora esposa, narrando su original idea de comprarle no uno, sino 30 regalos, 1 por cada año cumplido. Todavía tiene agujetas de la tarde de compras y recuerda que al pagar el último de ellos casi se le sueltan las lágrimas.
Y hoy encuentro canomori. Y el finde que viene los planes totalmente distintos, porque manos a la obra, a pintar todo el piso!!!
A pesar de todo, y aunque queramos aprovechar el tiempo libre que queda, siempre falta, siempre siempre falta...
Que paséis feliz semana.
2 comentarios:
Ay loquita, qué maravilloso es el tiempo cuando tenemos falta de este. A ver si aprendemos de una buena vez a valorar las cosas cuando las tenemos y no cuando las echamos en falta. Gracias por recordármelo, porque a veces siento incomodidad al sabatear (y no me refiero a hacer de Leti). Jajajaja!
Besos,
Fdo: Totas
Si es que Granada es mágica. Yo quiero volver a verla, tranquilamente, perderme sin miedo por sus calles viejas y desear entrar en otro tiempo, sin importarme nada más que vivir allí.
Y si encimas lo disfrutas en la mejor compañía... no hay color.
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