Hace poco ha sido mi cumpleaños. Y antes, siempre que llegaba uno de cualquiera de mis amigos siempre me acordaba y solía felicitar, ya fuera por vía postal, telefónica o personalmente. Conforme van pasando los años, se me van olvidando con más frecuencia recordar todas esas fechas y siempre me dejo alguno en el camino, aunque eso no significa nada, de la misma forma que puede haber gente que no se ha acordado del mío, no son menos amigos míos porque determinado día no me hayan llamado para felicitarme, ¡faltaría más! Quién esté libre de pecado.... je je je
Todo esto viene porque año tras año compruebo que hay determinados amigos a los que hace años que no veo porque viven fuera, o porque hemos perdido el contacto continúo que nos unía en un pasado, y de los que recibo felicitación. A mí me ocurre parecido, hay determinados cumpleaños que siempre recuerdo. Y cuando he recibido esas felicitaciones, me han venido un montón de recuerdos de años atrás... Y el post de hoy es un pequeño "homenaje" a cuatro personas que me han felicitado y a los que no veo con frecuencia. Todos sus nombres son ficticios.
El primero en felicitarme, a las 0:00 horas del día en cuestión, fue mi amigo Alberto, al que conocí hace casi 10 años. Es la persona más atenta, detallista, generosa, sociable y más amigo de sus amigos que yo haya conocido. En su caso, el dicho aquel del anuncio de "tiene amigos en todas partes" es 100% cierto. Y encima tiene el encanto añadido de ser gallego, aunque al principio me costara un poco entenderle todo lo que decía.
La segunda fue Eva, una chica madrileña a la que también conocí hace bastantes años y a la que veía cada vez que había vacaciones, porque venía para acá. Desde que terminamos los estudios y empezamos a trabajar nos hemos visto mucho menos. La conocí por medio de una amiga común y hemos compartido muchos buenos ratos de diversión, de cafés, de cines, de conversaciones... Yo la definiría como muy simpática y risueña, además de cariñosa y un poco "loca".
El tercero en felicitarme fue mi querido ex compañero de clase Pablo. Fuimos casi inseparables en 3º de BUP y COU. Nos contábamos prácticamente todo lo que nos pasaba, nos reíamos muchísimo (tiene una gran facilidad para reir) y teníamos un humor que sólo compartámos nosotros. Muy inteligente, tímido, con una sonrisa muy bonita y mucha mucha personalidad. Y es como los buenos vinos, mejora con los años. Ahora ejerce el periodismo y aunque no lo vea mucho, cada vez que sale por televisión me hace mucha ilusión verle. Es una de las mejores personas que conozco, aunque me debe una noche de copas, conversación y risas.
Y la cuarta en hacerlo fue mi amiga Irene, una chica de Madrid que ha sido testigo de uno de los momentos más felices de mi vida. La conocí hace casi seis años y siempre que he estado en Madrid nos hemos visto. En los últimos años su vida ha sido un cúmulo de acontecimientos y le han pasado tantas tantas cosas que cada vez que hablamos le pido que me refresque la memoria con determinadas cosas. Después una serie de dificultades, parece que todo se está colocando en el sitio que debía. Es muy cariñosa y simpática, muy inteligente, políglota, única, llorona (para lo bueno y para lo malo), de sonrisa constante. Y la próxima vez que nos veamos, conoceré a su marido.
Si me leen, ellos saben quienes son, que un abrazo enorme y que espero veros pronto.
4 comentarios:
Lo siento, no puedo decir nada más... Fallé desde la distancia... Me hubiera gustado ser una de los cuatro mencionados, lo confieso...
Un besazo enorme, y si cabe...FELICIDADES
Que dices muchacha!!! A ver si es que yo me he acordado de tu cumpleaños el año pasado o el anterior, o el anterior ... es por mayo? me está sonando que sí....uf!!! tía, recuerdamelo, recuerdamelo!!!!
¡¡Qué bonito!!
Felicidades con retraso.
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