martes, diciembre 20, 2005

Me tiene manía

Hace dos meses que volví a hacer deporte, algo de deporte. Y me apunté a mi gimnasio de toda la vida, a clases de spining, que por si alguien no lo sabe, basicamente es una suma de bicicleta y música de discoteca, más o menos. El primer día recordé lo súper cómodo que resultan los sillines de la bicicleta, y que los últimos 10 minutos son un auténtico suplicio. Tú te ves en una clase junto a 17 tías más y 2 o 3 tíos. Algunos van equipados hasta las cejas, con su camiseta de la ONCE, sus culottes, sus zapatillas, la cinta, hasta llevan la botellita del agua de los ciclistas. Empiezas la clase suave, con poca resistencia, la bici va suave y una va cómoda. Luego ya empieza la profesora que si "sube la resistencia" que si "jumping" que más rápido, y claro, hay que seguir el ritmo de la música. Que te piensas que estás en la discoteca con las luces de colores y todo (sí, sí, hay luces de colores que se mueven).

A mí me gusta mirar al resto de la gente, para ver si todos lo hacemos más o menos igual. Y ves que algunas van tan sumamente rápido que los pedales se descontrolan, que otras van a su bola, que hay un tío de pelo largo que empieza la clase con el pelo seco y acaba totalmente empapado y con un charco en el suelo (no exagero)...

Normalmente nos da clase una chica menudita, morena, que no es demasiado simpática (es un poco seca) y que le encanta que pedaleemos muy deprisa (ya sea sentados o de pìe), al contrario de otras dos que dan, que prefieren que vayamos más lentos pero con más resistencia. Algún día hablaré de los distintos tipos de profesoras de los gimnasios, aunque si no lo hago, debéis saber que están las "sargento": esas que no paran de dar palmas y pegar gritos en plan "ni te se ocurra parar que te doy", luego están las "me encanta lo buena que estoy": abundan en el terreno del aerobic, tienen un cuerpazo y les gusta lucirlo, y además siempre se las ingenian para dar clases con un microfono de esos que se enganchan en la oreja; luego están las profesoras que dan muy buen rollo, que son duras pero animan a los alumnos "venga chicas un poco más, que vosotras podéis" y luego están las que no paran de corregirte. Pues mi profesora me tiene enfilá, siempre que se levanta se me pone al lado de la bici, me corrige ("los hombros un poco más para atrás", "sube un poco más", ...). Y a mí no me importa que me corrija, lo que me jode es ver cómo hay otra gente que no es que lo haga precisamente bien, y no les dice nada. Yo creo que es que le caigo regular y si no es eso, no sé qué será...

En fín, que me tiene manía.



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