Avalancha no es sólo el título de una canción de Héroes del Silencio. Es también el adjetivo que se le puede dar al concierto del pasado sábado en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia. Primero empezaré por las cosas negativas, que las hubo...
Vaya por delante que, a pesar de todo, lo primero que uno tenía que tener claro es que había que ser previsor y salir con mucho tiempo de antelación, el concierto empezaba a las 9 de la noche y más de 80.000 personas iban para allá. No obstante, nosotros salimos "tarde" y con eso me refiero que a las 17:15 estábamos saliendo de Picassent, donde estábamos alojados. Al poco de salir nos encontramos con una retención kilométrica pero llevadera, era cuestión de paciencia, mucha paciencia. Llega un momento en el que la risa te puede, al mal tiempo, buena cara. En algunos tramos los coches ni se movían. Pero a las 19:10 horas ya teníamos el coche aparcado. Desde el aparcamiento hasta el recinto había que andar unos 10 minutos y literalmente había que dar la vuelta entera. Aquello era impresionante, de coches, de gente, una locura. Luego decidimos bebernos unas cervezas y comer algo porque después la cosa sería más difícil.
La nota mala de todo esto, es que ha habido gente que no llegó a tiempo, aunque esto es como cuando hay motos, y se juntan 100.000 personas, te toca salir con mucho tiempo de antelación y aguantar carros y carretas.
Joaquín Cardiel, sin sombrero
Una vez que entramos al recinto creado para la ocasión en el parking del circuito, nos desesperamos buscando la entrada en la zona preferente, que es a donde íbamos, con el gran chasco de que había que atravesar toda la marea humana por el medio, casi nada. La gente no dejaba pasar, se pensaban que nos queríamos colar, y es que mire usted, yo tengo ir hacia delante que para eso he pagado más, no es por ná. Tardamos una hora en atravesar y llegar a la zona en cuestión y yo pensaba que en algún momento me iba a dar algo, estábamos muy apiñados (si te descuidabas bebías cerveza y comías pelo del delante). Empezamos a protestar, los ánimos se calentaron bien y es que, a los íbamos en preferente nos ponían una pulserita rosa y los muy listos de la organización las iban poniendo de diez en diez, en vez de tener una caja al lado y había que esperar que a que fueran trayendo más. Vamos, peor imposible, un error imperdonable. Pero por fin, a las 20:45 estábamos dentro y sólo cabía esperar. Los que somos bajos como yo siempre nos resignamos a tener que verlo todo "na más que regular", y es que hoy todavía tengo agujetas de ponerme cada dos por tres de puntillas.
Vista desde las pantallas
Y tras el concierto, que duró casi tres horas, hicimos tiempo dentro del recinto una hora y media más, para dejar pasar a toda la gente que tenía que salir (nosotros éramos de los últimos). Y ni con esas. Después localizamos el coche y el atasco para salir era como el de la entrada, asi que estuvimos un rato metidos en el coche hasta que a las 2:45 de la madrugada nos pusimos en marcha y a las 4 (que eran las 3, por el cambio de hora) ya estábamos en la casa de nuestros amigos en Picassent. Sinceramente, pensaba que iba a ser peor, pero una vez que salimos de los aparcamientos, el tráfico iba bien, casi sin retenciones.
Y además de todo eso, decir que hacía frío y que había estado toda la tarde "chispeando" pero al final no llovió y que entre la marea de gente evidentemente no había frío.
Bueno, ahora pasemos a las cosas buenas. De la organización, y pese a todo, he de decir que la zona de aparcar y los aseos muy bien, a pesar de que todo quedaba lejos y a pesar de toda la gente, no había colas. Que el atasco era inevitable, pero llegamos.
El escenario, una pasada, y la puesta en escena, el sonido, las pantallas, todo. Cuando empezó el concierto no era capaz de ver ni enterarme de nada, eran muchas emociones juntas (y muchas cabezas que no dejaban ver), pero poco a poco cada uno fue cogiendo su sitio y me alegré de mi buena suerte, no podía imaginarme a toda la marea que había detrás, no se veía, no tenía fin!!
Cada canción que tocaban suponía que todo el mundo la cantara. En algunos momentos ni se le oía a Bunbury, eso te eriza la piel. Pensaba además que no ba a "hablar" con el público, pero me sorprendió, y bastante, todo lo que hablo (los millones pesan mucho!!!), y lo que más, un momento en el que la gente se puso a gritar "Héroes" y al Búnbury se le llenaron los ojos de LÁGRIMAS, aunque no las dejó caer. La verdad es que no era para menos, yo me imagino a 83.000 personas pendientes de cada gesto que haces y por muy cabrón que sea uno, eso no tiene nombre ni se puede explicar con palabras.
El tío se portó
El concierto, como explicó Meg en su blog, constaba de tres partes. En la segunda, el escenario se situó justo enmedio de una pasarela (que era la zona donde estabamos nosotros) y eran canciones más melódicas, digamos que como las más intimistas.
Escenario de la segunda parte, en la pasarela. Nosotros los veíamos de espaldas.
Y la parte del final que fue la más chula, porque eran las canciones más potentes y en las pantallas las proyecciones eran una pasada. Y salieron en dos o tres ocasiones más. Y cantaron muchas canciones y se portaron (al precio de las entradas es que lo que tenían que hacer), casi tres horas de concierto, pero también se dejaron unas cuantas en el tintero. Y al final del todo, fuegos artificiales como en los otros conciertos, y es que en Valencia no iba a ser menos.!!
Así que, después de esta gira, supongo que deberían plantearse seriamente lo de volver (o no, porque ya son multimillonarios...) porque por un momento parecía que los 11 años que habían estado separados habían desaparecido y hay una auténtico fenómeno fan, no solo de treintañeros sino de gente más joven y mucho más mayor. Al lado de donde yo estaba había un tio de unos 55 años y una pareja de unos 45, por no hablar de la gente que vino de lejos, que estaba rodeada de asturianos.
Las proyecciones del final estuvieron muy curradas
Casi al final de la noche y cuando más de la mitad de la gente se había ido, consegui ver a mi amiga Patricia, a la que hacía dos años que no veía, y aunque solo fueron unos minutos me dió mucha alegría de ver.
El definitiva, y pese a todo, mereció la pena y ha sido un concierto inolvidable.
Aquí un video, que a pesar de no ser mio, refleja como vi el concierto y cómo muchas veces no se oía a Búnbury, las voces ajenas se lo comían!