lunes, octubre 29, 2007

Cheste, 27 de octubre de 2007. Avalancha.



Avalancha no es sólo el título de una canción de Héroes del Silencio. Es también el adjetivo que se le puede dar al concierto del pasado sábado en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia. Primero empezaré por las cosas negativas, que las hubo...









Vaya por delante que, a pesar de todo, lo primero que uno tenía que tener claro es que había que ser previsor y salir con mucho tiempo de antelación, el concierto empezaba a las 9 de la noche y más de 80.000 personas iban para allá. No obstante, nosotros salimos "tarde" y con eso me refiero que a las 17:15 estábamos saliendo de Picassent, donde estábamos alojados. Al poco de salir nos encontramos con una retención kilométrica pero llevadera, era cuestión de paciencia, mucha paciencia. Llega un momento en el que la risa te puede, al mal tiempo, buena cara. En algunos tramos los coches ni se movían. Pero a las 19:10 horas ya teníamos el coche aparcado. Desde el aparcamiento hasta el recinto había que andar unos 10 minutos y literalmente había que dar la vuelta entera. Aquello era impresionante, de coches, de gente, una locura. Luego decidimos bebernos unas cervezas y comer algo porque después la cosa sería más difícil.
La nota mala de todo esto, es que ha habido gente que no llegó a tiempo, aunque esto es como cuando hay motos, y se juntan 100.000 personas, te toca salir con mucho tiempo de antelación y aguantar carros y carretas.




Joaquín Cardiel, sin sombrero



Una vez que entramos al recinto creado para la ocasión en el parking del circuito, nos desesperamos buscando la entrada en la zona preferente, que es a donde íbamos, con el gran chasco de que había que atravesar toda la marea humana por el medio, casi nada. La gente no dejaba pasar, se pensaban que nos queríamos colar, y es que mire usted, yo tengo ir hacia delante que para eso he pagado más, no es por ná. Tardamos una hora en atravesar y llegar a la zona en cuestión y yo pensaba que en algún momento me iba a dar algo, estábamos muy apiñados (si te descuidabas bebías cerveza y comías pelo del delante). Empezamos a protestar, los ánimos se calentaron bien y es que, a los íbamos en preferente nos ponían una pulserita rosa y los muy listos de la organización las iban poniendo de diez en diez, en vez de tener una caja al lado y había que esperar que a que fueran trayendo más. Vamos, peor imposible, un error imperdonable. Pero por fin, a las 20:45 estábamos dentro y sólo cabía esperar. Los que somos bajos como yo siempre nos resignamos a tener que verlo todo "na más que regular", y es que hoy todavía tengo agujetas de ponerme cada dos por tres de puntillas.



Vista desde las pantallas



Y tras el concierto, que duró casi tres horas, hicimos tiempo dentro del recinto una hora y media más, para dejar pasar a toda la gente que tenía que salir (nosotros éramos de los últimos). Y ni con esas. Después localizamos el coche y el atasco para salir era como el de la entrada, asi que estuvimos un rato metidos en el coche hasta que a las 2:45 de la madrugada nos pusimos en marcha y a las 4 (que eran las 3, por el cambio de hora) ya estábamos en la casa de nuestros amigos en Picassent. Sinceramente, pensaba que iba a ser peor, pero una vez que salimos de los aparcamientos, el tráfico iba bien, casi sin retenciones.




Y además de todo eso, decir que hacía frío y que había estado toda la tarde "chispeando" pero al final no llovió y que entre la marea de gente evidentemente no había frío.






Bueno, ahora pasemos a las cosas buenas. De la organización, y pese a todo, he de decir que la zona de aparcar y los aseos muy bien, a pesar de que todo quedaba lejos y a pesar de toda la gente, no había colas. Que el atasco era inevitable, pero llegamos.






El escenario, una pasada, y la puesta en escena, el sonido, las pantallas, todo. Cuando empezó el concierto no era capaz de ver ni enterarme de nada, eran muchas emociones juntas (y muchas cabezas que no dejaban ver), pero poco a poco cada uno fue cogiendo su sitio y me alegré de mi buena suerte, no podía imaginarme a toda la marea que había detrás, no se veía, no tenía fin!!






Cada canción que tocaban suponía que todo el mundo la cantara. En algunos momentos ni se le oía a Bunbury, eso te eriza la piel. Pensaba además que no ba a "hablar" con el público, pero me sorprendió, y bastante, todo lo que hablo (los millones pesan mucho!!!), y lo que más, un momento en el que la gente se puso a gritar "Héroes" y al Búnbury se le llenaron los ojos de LÁGRIMAS, aunque no las dejó caer. La verdad es que no era para menos, yo me imagino a 83.000 personas pendientes de cada gesto que haces y por muy cabrón que sea uno, eso no tiene nombre ni se puede explicar con palabras.




El tío se portó




El concierto, como explicó Meg en su blog, constaba de tres partes. En la segunda, el escenario se situó justo enmedio de una pasarela (que era la zona donde estabamos nosotros) y eran canciones más melódicas, digamos que como las más intimistas.





Escenario de la segunda parte, en la pasarela. Nosotros los veíamos de espaldas.



Y la parte del final que fue la más chula, porque eran las canciones más potentes y en las pantallas las proyecciones eran una pasada. Y salieron en dos o tres ocasiones más. Y cantaron muchas canciones y se portaron (al precio de las entradas es que lo que tenían que hacer), casi tres horas de concierto, pero también se dejaron unas cuantas en el tintero. Y al final del todo, fuegos artificiales como en los otros conciertos, y es que en Valencia no iba a ser menos.!!



Así que, después de esta gira, supongo que deberían plantearse seriamente lo de volver (o no, porque ya son multimillonarios...) porque por un momento parecía que los 11 años que habían estado separados habían desaparecido y hay una auténtico fenómeno fan, no solo de treintañeros sino de gente más joven y mucho más mayor. Al lado de donde yo estaba había un tio de unos 55 años y una pareja de unos 45, por no hablar de la gente que vino de lejos, que estaba rodeada de asturianos.




Las proyecciones del final estuvieron muy curradas




Casi al final de la noche y cuando más de la mitad de la gente se había ido, consegui ver a mi amiga Patricia, a la que hacía dos años que no veía, y aunque solo fueron unos minutos me dió mucha alegría de ver.



El definitiva, y pese a todo, mereció la pena y ha sido un concierto inolvidable.



Aquí un video, que a pesar de no ser mio, refleja como vi el concierto y cómo muchas veces no se oía a Búnbury, las voces ajenas se lo comían!









jueves, octubre 25, 2007

Esta semana y este fin de semana

Dicen que lo que no pasa en un año, pasa en un día, y llevo una semana que anuncia cambios, cambios rápidos. El año pasado pasó lo mismo por estas fechas: cambio de trabajo, cambio de casa. Casi ni he parado por aquí y ni tiempo he tenido para conectarme ni escribir, centrada en cuestiones importantes, así que quizás las próximas semanas sean parecidas.


Hoy también quería mandarle un beso y un abrazo muy grande a mi amigo "Julián López", aunque él ya lo sabe y deciros que, después de muchos meses con entrada en mano, mañana tiramos para Valencia, que el sábado nos quedaremos afónicos viendo a Héroes.
Ésta es de las primeras canciones que me gustaron y aprendí, cuando en las casas todavía no habían aparatos de CD y es que el vinilo siempre tendrá mucho más encanto.


jueves, octubre 18, 2007

El Amor Platónico de la Adolescencia

Hace muchos años, tuve un auténtico y verdadero Amor Platónico. Como creo que muchos de vosotros, la adolescencia es una de las cosas que tiene...



Lo tipico: el campamento de verano cuando acabé 8º de EGB. Un sitio muy bonito, muchos chicos de nuestra edad. Las habitaciones de los chicos, las habitaciones de las chicas, las excursiones, los talleres, las fiestas, las gymkanas, las visitas al pueblo... Yo casi que fui obligada por mis padres y al final fue uno de mis veranos más felices.



Enseguida me hice muy amiga de una chica de Segovia y éramos casi inseparables. Ella se fijó en un chico de Madrid muy tímido, como ella. Y yo, me hice amiga del que fuera mi compañero de casi todos los talleres. Y nos sentábamos juntos para comer, nos intercambiábamos gorras, mochilas y camisetas. Y cantábamos juntos canciones cuando volvíamos del pueblo por la noche. Y siempre íbamos pegados como lapas. No era nada cursi, aunque lo pueda parecer, porque yo, era feliz teniendo un amigo así, era muy inocente y no pensaba en mucho más. Siempre me he llevado bastante bien con los tios (de hecho en el instituto unos de mis mejores amigos era tio) pero entonces no me planteaba que pudiera gustarles, y a él menos, lo veía como algo inalcanzable. Me quedaba taaaaanto por aprender!





Hasta que un buen dia llegaron los hijos y sobrinos del dueño del campamento. Y la hija, aparte de ser una adolescente muy guapa, era demasiado espabilada para su edad, y tenía fama de enrollarse cada quincena con algun crio, el que más le gustara (y luego lo comprobé, porque después estuve 2 veranos más y era cierto). Y "me lo quitó", al día siguiente de llegar. Entonces me puse de muy mala leche, sentía unos celos enormes, la llamaba hija de puta cuando no me oía, para mi misma. No me había dado cuenta de que él me gustaba mucho y que ya no tenía nada que hacer, salvo seguir siendo su amiga. Era feliz cuando ella se iba para su ciudad y no volvía hasta el día siguiente, o cuando no estaba con nosotros en las actividades o en la hora de comer, porque volvía a recuperar mi terreno. Al menos él siguió igual conmigo, pero menos tiempo.


Y cuando llegó el final, todos lloramos mucho y durante un tiempo nos escribimos cartas, con mi amiga y con él. Y era lo único que quedaba, porque yo nunca le dije nada hasta muuucho tiempo después, cuando ya era más tarde todavía, por carta. Me devolvió una carta muy bonita, "es una pena que no tenga amiga como tú aquí, siento haber estado con ella porque al final se portó muy mal (cierto)..". La primera en la frente del tipo "te quiero como amiga" (se me escapó el tren, a joderse Amparo). Al menos fue sincero.


Éramos unos críos, ahora suena casi infantil, pero a pesar de todo, esos quince días tan buenos me hicieron volver dos veranos más, que aunque no estuvieron mal, no fueron como ése.

Era un chico de pelo negro, de ojos negros, de pestañas largas, de piel muy morena, de boca perfecta, con dos hoyuelos tremendos al lado de los labios, de sonrisa casi perenne, alto y delgado. Tenia una hermana, que pareciéndose mucho a él hasta en los hoyuelos, no era ni la mitad de guapa. Eramos críos cuando nos conocimos, con catorce años, aunque estaba mucho más crecido que los demás de su edad; años después le volví a ver y seguía siendo igual de guapo, aunque ya no me parecía tan simpático, se lo tenía un poco creído (normal).

Hoy me ha venido ese recuerdo al ver un nombre y apellidos como el suyo de casualidad, y aunque luego dejé la inocencia y la inseguridad de ese verano, él siempre fue mi Amor Platónico de la Adolescencia.



¿Cómo era el vuestro?

sábado, octubre 13, 2007

Sobre el cine español. El Orfanato

Hace bastantes años, cuando iba al cine casi siempre solía ir a ver películas españolas, y aunque después he tenido un parón bastante grande y he dejado de ir con asiduidad para empezar a abusar del videoclub, otra vez he vuelto a retomar la afición del cine.



Lo de ver películas españolas viene simplemente de que si entre todas las que hay poniendo en los cines hay una buena hecha aquí, prefiero ver una española en la gran mayoría de los casos. ¿Por qué? Porque me gusta ver a los actores de aquí, escenarios y sitios que podemos reconocer, porque las voces son originales, y porque me gusta, sin más. Nunca he entendido muy bien porqué hay tanta gente dice que "el cine español es una mierda", tan a la ligera. Es cierto que hay años en los que casi que no se salva nada, o porque son para un público más minoritario o porque son una castaña directamente. Pero siempre pasan películas desapercibidas que estaban muy bien... El caso más "triste" que conozco de esto sucedió hace muchos años con el estreno de "Tesis". La proyectaban en el cine más céntrico y tuve que esperar un par de semanas para verla porque estaba muy liada con lo estudios y no podía. A la tercera semana que fui, ya no estaba. La habían sustituido por una americana taquillera. Así que tuve que verla en el paraninfo de la Universidad. Esa noche mi amiga y yo volvíamos a casa muertas de miedo. A las tres o cuatro semanas, los Premios Goya. Y la pelicula se llevó tropecientos mil premios y se empezó a hablar de Amenabar... Resultado: la volvieron a reestrenar en los cines y la gente se agolpaba por entrar. Caso parecido fue con Fernando León de Aranoa. La primera pelicula la vimos en el Paraninfo, porque llegó a los cines y hasta que no llegó "Barrio" nadie sabía que el melenudo del director ya tenía una trayectoria de guionista a la espalda.



Escena memorable de "Familia"


Siempre me ha parecido de vergüenza que no pasen de las dos semanas y ya las quiten de las salas o las reduzcan a un solo pase o a una sola sala (cuando luego ves chorradas tipo dos polis que se hacen pasar por adolescentes en una insti americano que están siendo proyectadas en 4 o 5 salas, mientras que otras no corren la misma suerte). Una vez, no recuerdo exactamente que pelicula fui a ver, pero me chocó especialmente que la sala de al lado estuviera a rebosar con una pelicula soberanamente mala como "La maquina del tiempo" (lo digo con conocimiento de causa, que luego la vi en un Cine de Verano, y me dormía a ratos). Seguro que había películas mejores que ésas, y para elegir además, pero es que la publicidad hace mucho...



Es como los que ensalzan a Amenábar en contra de Almódovar, como si acaso se pudieran comparar! Los dos son muy buenos directores, pero si las historias de Almodóvar no gustan a mucha gente, no por eso han de decir que es malo, porque no lo es.

Se siguen haciendo películas malas, sí. Que hay directores que pasan sin pena ni gloria, también. Que hay películas que merecen mucho más de lo que reciben, también.





Todas ellas, fabulosas

Bueno, que lo que vengo a decir es que muchas veces hay películas españolas que merecen ser vistas, y sólo hay que leer un poco, enterarse. Mi próxima será "Siete mesas (de billar francés)".


Ayer fui a ver "El Orfanato". Os podéis imaginar la de gente que había en la puerta. Es que la publicidad ha hecho mucho, porque sin duda había gente que si no llega a ser por eso, ni se le ocurre a entrar a verla. Recordé que es mejor no ir al cine los primeros días, porque la gente somos de lo peor. Todo el mundo se agolpa, no se respetan a los que han llegado antes y todos se intentan colar, esa situación la odio, pero al final yo también tengo que "defender" de mi sitio porque si no, el listo de turno se cuela.
Al principio de la peli estaba un poco de mala leche, había cosas que me estaban desesperando, pero claro, todo empieza a rodar y a encajar. Es una historia, digamos que "simple", y con eso me refiero a las típicas leyendas que contaban en los campamentos de verano, que puede recordar a eso. Y yo que no siento especial debilidad por Belén Rueda, tengo que decir que sale genial. Y el niño, que es pa comerselo. Y el que hace de marido, que es un tío que ultimamente no paro de ver en peliculas y series. Y también sale la que hacía de cuñada de Ramón, en "Mar Adentro". Bueno, pasé miedo, cn una tensión esperando que en cualquier momento los ruidos, las puertas y no sé qué aparecieran por ahí (la gente poco a poco se escurría en las butacas). Vamos, plenamente recomendable.




Trailer.

A ver si la buena suerte de ésta, se contagia a otras, aunque creo que va a ser la película del año.

martes, octubre 09, 2007

Mensaje

lunes, octubre 08, 2007

JRM


Yo sabía que un día lo veríamos anunciando perfumes, era algo inevitable. Y es que este bombón, Jonathan Rhys-Meyer, conocido entre otras por las películas "Velvet Goldmine" o "Match Point", tiene un no sé qué que qué sé yo y hasta merece que en su Irlanda natal le hagan como mínimo una tirada de millones de sellos. Sus fans le harían cosas menos decentes. Y es que con esos ojos azules y esas boca con esos labios, una se pregunta porqué no existen vecinos como éste en todos los edificios.




Fijémonos en esa seriedad tan característica suya. Esos morritos




Por si alguien no se situaba



También esta tremendo cuando sonríe


Es que no nos puedes seguir mirando así, no respondemos



Más de una quisiera ser ella, aunque sea en una película


Esos cordoncitos de ese pantaloncito, por decir algo suave



viernes, octubre 05, 2007

Hasta luego


Iba a dejar un post antes del fin de semana (que promete ser muy entretenido) y como un hasta luego, y como no hay un dos sin tres en esta semana, y como me gusta la peli, y como me gusta Daniel Brühl), pues aqui os dejo con la música de Yann Tiersen de la cinta "Goodbye Lenin!", que es casi más bonita que la pelicula en sí.

¡Buen fin de semana a todos!


miércoles, octubre 03, 2007

Un blog... interesante


Hoy, no sé cómo, he dado con un blog bastante interesante, así como sus miembros (he visto uno de fotos muy chulo), que seguro empezaré a leer poco a poco, ya que sólo he leido unos cuantos posts. Atención a los posts "Hombres gloriosos".

El blog en cuestíón es ESTE, por si tenéis curiosidad.

Y como la cosa es una cuestión de sexo, pues aqui os dejo la cancion ja ja



lunes, octubre 01, 2007

Tren fugitivo

Hay veces. que durante mucho, mucho tiempo, se dejan de oir muchas canciones, aunque eso no tenga que significar necesariamente que hayan dejado de gustarte, ni mucho menos.
Y de repente, un dia escuchas una de esas canciones, y tan sólo unas pocas te hacen sentir y recordar muchas cosas, buenas o malas. Son canciones mágicas. Y ésta sin duda para mí lo es. Me llena de recuerdos, y no sólo por el programa de Paco Lobatón, que fue cuando por primera vez la escuché, sino por momentos y personas que mereció la pena conocer y conservar para toda la vida, y que sin saberlo (o quizás sí) me ayudaron a crecer y madurar, a sentir, a disfrutar, a reir, a llorar, a no olvidar lo importante que puede ser un abrazo en determinados momentos, y que éstos, quedan para siempre.
Y la canción es triste, aunque a mí no me la produce. Y seguro que a más de uno tampoco le deja indiferente.